domingo, 28 de marzo de 2010

ASSEMBLAGE


El ser humano desenvuelve su vida cotidiana en la urbe masificado por vidrio ahumado y residuos urbanos  representados por medio de un bote de cristal ahumado, con residuos en su base (colillas, papeles, cenizas,..) el entorno al que está expuesto el individuo.

Es precisamente el cristal ahumado quién trasmite ese despego hacia la naturaleza, apartándose de los beneficios que le aporta y tomando actualmente un modo de vida estresado, enfrascado y sumergido en sí mismo, incapaz de ver muchas veces más allá de su laboratorio mágico en el cual a veces resulta imposible relajarse.

La naturaleza permanece quieta y sabia para obtener su propósito, que el ser humano vuelva a ella. Es como una ley de atracción en la que el ojo interactúa interior-exterior, tanto desde el perímetro del bote como en picado.


Pendiendo del centro a modo de móvil se han colocado elementos que nos trae la naturaleza, y que son característicos de África, tales cómo una bolsita de té con los aromas que permiten serenarse, un sol radiante en su máximo esplendor, con los tonos cálidos y tierras que confunden el cielo con las dunas y una rama de canela que representa la espesura de los exiguos troncos que allí yacen, pero que embriagan y regeneran el entorno y que hacen ver tanto este pequeño frasco como la vida desde otro ángulo incitando a la relajación, la quietud de las ideas que nos colapsan, a la nada, a la abstracción.
 
SINAPSIS. La idea es representar por medio de un frasco ahumado la sociedad en la que vive atrapado el ser humano por el estrés y la contaminación que muchas veces colapsan su vida por el despego de la naturaleza que él mismo ha ido generando con el paso del tiempo.

Es por esto por lo que se sugiere buscar en el centro de las cosas una especie de habitáculo que nos evoque esa calma y esa atmósfera que África nos puede proporcionar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario